martes, 18 de enero de 2011

¡Bart, con 10.000$ seremos millonarios! Podremos comprar todo tipo de cosas útiles, como… ¡Amor!

Hoy estoy teniendo el mejor día de mi vida, y ¡todo se lo debo a no ir a la iglesia!

Lisa, si la biblia no nos ha enseñado nada, y no tiene porqué, es porque la chicas deben practicar deportes de contacto, como lucha en aceite caliente y boxeo sexy y demas…

¡No soy un mal tipo! Trabajo duro y quiero a mis hijos. Entonces, ¿Por qué tengo que pasarme medio domingo escuchando cómo voy a ir al infierno?

Lisa, los vampiros son seres inventados, como los duendes, los gremlins y los esquimales.

Quiero compartir algo contigo: Tres pequeñas frases que te ayudarán a lo largo de tu vida: 1- ¡Cúbreme!, 2- ¡Buena idea Jefe!, 3- Estaba así cuando llegué.

“Para Empezar Presionar Cualquier Tecla” ¿Dónde está la tecla “Cualquier”?

“Tendrá todo el dinero del mundo… pero habrá algo que jamás podrá comprar…. un dinosaurio”

“Entiendo que me llamen mentiroso cuando miento, he mentido o voy a hacerlo… pero no cuando lo que digo es cierto”

“Marge, no le busques tres gatos al pie”

“¡¿¡operadora!?! ¿Cuál es el numero del 091?”

miércoles, 12 de enero de 2011

Un beso es la expresión de amor más maravillosa que existe. Cuando das un besas a tu pareja no solo le demuestras cuanto lo amas; sino también les das a tu cuerpo un momento de felicidad y de salud. Estudios científicos han comprobado que el acto de besar combate los problemas de estrés y ansiedad; debido a que estimula las zonas cerebrales liberando sustancias químicas llamadas prostaglandinas responsables de producir sensaciones placenteras. El beso beneficia mucho en cuanto a salud bucal se refiere; ya que genera un incremento de saliva que te ayuda a eliminar bacterias en la boca y te mantienen libre de caries.

Besar es un excelente ejercicio facial que te ayudará a prevenir las arrugas y mantendrá tu piel tersa y radiante. Al besar, se ejercitan múltiples músculos faciales y de la lengua; además de que se estimula la circulación sanguínea y mejora la elasticidad de la piel. Aprovechemos y disfrutemos de los besos más que nunca-

martes, 11 de enero de 2011

Algunas vidas se parecen a la de un árbol... (eso creo). De los de hoja caduca...
No se de que familia, pero... robusto, d
e tronco ancho , con no demasiadas ramas, pero frondoso cuando es llegado el tiempo de dar su sombra al caminante que sobre él reposa y busca cobijo.

En tiempo de tormentas, nos protege de la lluvia, aunque él se empape. Y sus hojas se lavan, resistentes, mejorando su imagen.
En los otoños melancólicos, esas hojas, color de crepúsculo, se despre
nden y vuelan, como queriéndose marchar hacia otra parte,. Se arremolinan, y adoptan varias formas cambiantes entre la suave brisa, hasta que finalmente, se detienen caen.

Forman así una alfombra mullida en bosques y paseos, crujiente al paso del silencio de quien sobre ellas viene a posarse.

Pero el tronco resiste, quieto, constante, con los brazos siempre abiertos y extendidos ofreciendo su abrazo a quien quiera abrazarle.

Desde su silencio, deja que silbe el viento entre
sus ramas grandes, o entre el follaje emita un suave murmullo, y que nos hable.

En ocasiones, debe soportar alguna agresión leve e irresponsable de alguien que deja grabado algún mensaje sobre su corteza, marcándole para siempre en esa parte que , externa, puede mostrarse. Pero solo marca lo superficial. El núcleo, el centro, queda indemne.

Ese árbol que quieto, parece recordarme etapas de una vida, hoy me trae mis recuerdos, de aquella tarde en que yo misma planté dos de ellos con no pocos esfuerzos, en unos huecos que había dispuesto, tras cerciorarme de que era un sitio bueno para que se desarrollasen adecuadamente, es decir manteniendo la proporción entre raíces y copa.

Pero al árbol no le importan demasiado los rigores de fríos otoñales o de invierno, porque el árbol renacerá de nuevo en primavera, y nos regalara los brotes y reto
ños de los que poco a poco se ira revistiendo formando un vestido ágil, que vuela con el viento ofreciendo ilusiones de una vida nueva, pues no hay dos hojas que por mas parecidas sean iguales.

Tan solo hay una cosa que nunca cambia en la vida del árbol. Su entrega-

...aún cuando llegue el día, y sea ya el momento de que se le aproxime la herramienta apropiada que a fin lo tale
aún cuando alguien desmenuce su tronco y lo convierta en
astillas.


Aún entonces, sus profundas raíces permanecerán aferradas a esa tierra de la que un día brotaron, tierra en la que germinaron.

Y desde ellas, desde su fuerza, ese resto de tronco mutilado seguirá ofreciéndose gustoso como descanso y asiento de cualquier viajero que , fatigado, d
ecida aproximársele.